Tapería situada en el casco antiguo, combina los clásicos sabores de la cocina mediterránea con sabiduría y esmero. Cada plato es una invitación a saborear un manjar que recordara por mucho tiempo.
Deguste entre otros platos de una excelente ensalada de burrata, o de una crujiente y sabrosa empanadilla en sus cuatro versiones: carne, atún, pollo o jamón y queso…según ellos la clave de su éxito es simple: proporcionar comida de calidad que sabe bien en toda ocasión.
Situado en el casco histórico, Sanmiguel es uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad. Abierto desde el año 1.951, dispone de un amplio restaurante, reservado para comidas de grupos y celebraciones y zona Gastrobar para degustar tapas y vinos.
La carta de platos en la que no podían faltar los mariscos gallegos, se compone de una cuidada selección y presentación de platos. Carnes, pescados y una gran variedad de entrantes tanto fríos como calientes.
En la zona Gastrobar encontrarás tapas para picar y compartir, así como una selección de mariscos para tapear.
El Bar Orellas es uno de los más antiguos y conocidos locales del tapeo en Ourense. Está situado en a Rúa da Paz, en pleno corazón del Casco Histórico de Ourense. Fundado en 1953, han pasado de generación en generación las mas sabrosas y tradicionales recetas de los sabores gallegos más auténticos y que te transportan a un rinconcito de Ourense y de Galicia en cada bocado. Tiene un local con un ambiente muy acogedor en el que te sentirás como en tu propia casa y en el que una visita se hace completamente obligatoria.
Sin duda alguna la tapa que le da nombre e identidad al local, es decir la tapa o el pincho de Orellas, no tiene rival en toda la provincia, cocinadas a la perfección, Manolo transforma este plato sin presunciones en un manjar absolutamente exquisito. Junto con las orejas, el rabo y los prensados de elaboración propia encabezan una amplia y variada carta en la que apuestan por la calidad y variedad de los productos locales.
La calidad del trato que recibe el comensal sólo se ve superada por el buen hacer de su cocinero y dueño “Manolo”, como lo llaman los clientes habituales. Manolo consigue, con sus platos algo de lo que muy pocos cocineros son capaces, aunar la cocina más básica y tradicional con el moderno sistema de hostelería, sin perder lo fundamental de la cocina gallega de siempre, es decir la calidad de la materia prima.
Fue en el año 1953 cuando los hermanos Claudio y Manolo decidieron hacer un cumplido a un gran amigo que “tiña un Ribeiro na bodega que non daba sacado” y abrieron en los bajos de hoy el teatro principal una taberna con idea de algo temporal.
Pidieron pulpo para poder poner de pincho con el vino, pero los transportes del 53 no son como los de la actualidad y lo único que tenía para ofrecerle el vendedor eran unos sacos de oreja, sin necesidad creo que decir, del gran éxito que tuvo para que después de 70 años, con la 3ª generación al frente, siga siendo el plato estrella del Bar Orellas.
